Marcela Gereda
Antropologa e investigadora
Coordinadora Brújula
Amigo universitario: ¿eres consciente que eres parte del -solamente del 2% de la población guatemalteca que tiene acceso a la universidad-?, si lo has hecho entonces quizá te has preguntado cuál debe ser el papel que juegan las universidades para las transformaciones sociales en el mundo de hoy ¿Has debatido con tus compañeros qué tipo de sociedad queremos y cómo vamos a contribuir a ello desde el ámbito universitario, tomando en cuenta y partiendo de la misión y visión de la Universidad Rafael Landívar?
Creemos que hace falta preguntarnos y consensuar entre todos ¿Qué condiciones de participación son necesarias para producir transformaciones sociales que encaminen el desarrollo humano? Y ¿qué rol debe jugar la universidad en la construcción de ese desarrollo humano?
En este artículo haremos un viaje a través ubicándonos dónde nos encontramos en la actualidad y hacia dónde podemos caminar, como institución comprometida con el desarrollo humano. No es nada nuevo para ti, amigo lector, si te recordamos que vivimos en un contexto de posguerra, de violencia desmedida y abismal desigualdad.
Es común escuchar entre nosotros que la sociedad guatemalteca está desarticulada, fragmentada y polarizada. En muchos casos las instituciones no parecen ser la excepción a esa norma que parece aquejarnos. Esto quiere decir que las universidades son no sólo el espejo o reflejo de la sociedad, sino también son hijas del contexto social y político en que éstas actúan, y se desarrollan.
Para conocer acerca de las percepciones que diversos actores tienen sobre la institución, se preguntó a docentes y estudiantes sobre el papel que debe de jugar la universidad en contexto como el nuestro:
“El papel de la universidad debiera ser la construcción de cuadros profesionales altamente éticos y comprometidos con el desarrollo económico social del país. Más en una línea ¿qué te diré? tipo responsabilidad social empresarial va, de crear proyectos y cositas así, o bien cooperación para el desarrollo”. (Fernando Jerez, estudiante de Ciencias Políticas).
Por otra lado, en una entrevista realizada a la ex rectora Guillermina Herrera, ella habla de la importancia de trabajar con y desde el mundo indígena. “Más que trabajar en el mundo indígena, como algo segmentado, se procura la interculturalidad a través del conocimiento, reconocimiento, y respeto de los pueblos”. (Guillermina Herrera)
Al preguntar cuáles son las reformas necesarias para vincular sociedad civil con universidad, ellos (los entrevistados) han respondido:
“Más que reformas sociales debería de ser una reforma a la institución educativa y académica. Mientras se siga pensando la formación académica desde un pensamiento empresarial, jamás va a poder generarse un proceso de transformación, precisamente porque el mercado establece "saberes" que son necesarios y "saberes" que no lo son y mientras se sigan privilegiando esos "saberes" que van a la técnica y abandonar lo social-humanístico, ese vinculo está lejos de lograr desarrollarse” (Fernando Jerez, estudiante de Ciencias Políticas).
¿Cómo crees que se puede lograr compromiso y conciencia crítica en una sociedad inmersa en un contexto donde el compromiso dejó de ser un valor?
“No es una pregunta fácil. Es que hay cuestiones externas que han favorecido las condiciones para una realidad así. Creo que la apuesta debe de ir a recuperar los espacios de socializacion y a la reconstrucción de redes sociales, (Fernando Jerez, estudiante de Ciencias Políticas).
“yo creo que por lo que veo en la mara y en nuestra sociedad hasta que se toque fondo, hasta que pase algo demasiado turbio la mara podría comprometerse a algo, la mara se queda conforme y hasta que no le toque a alguien parir no cambia esa onda” (Enrique Rungaray, estudiante de Mercadeo)
¿Hacia dónde vamos?
La universidad está en período de reinvención y reestructuración. Educar al país no debiera significar solamente alfabetizarlo, sino hacer de la educación un agente de transformación social al buscar una comprensión crítica de la realidad social, política y económica del país.
Cambiar el país debe hacerse desde la educación. Desde pensarnos construyendo una sociedad civil activa, una cultura de la implicación y la responsabilidad social. Es decir, que los estudiantes y egresados sean una fuerza que incide en la vida política del país.
Para esto es necesario el diseño de una nueva pedagogía en el nivel medio y universitario, que tome en cuenta las variables sociales y culturales, el escenario económico y político de aquí, para la creación de nuevos espacios para la producción de conocimientos, reconociendo que los sistemas educativos tienen poco que enseñar y mucho que aprender. Si la institución está dispuesta a comprometerse, ¿tú?, estarías dispuesto a comprometerte con las transformaciones sociales que nos demanda el país?
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