jueves, 29 de abril de 2010

¿Sabes que es “Fortune”?

Por Marlon Barrios
InCyTDe

Observa la siguiente gráfica:

Es la portada propuesta por el reconocido caricaturista de habla inglesa Chris Ware, para el número de mayo de la revista Fortune.

Fortune es una revista especializada en Finanzas, fue fundada en 1930, meses después de la gran recesión en Estados Unidos. Actualmente es parte del gigante mediático AOL – Time – Warner, con divisiones dedicadas a Internet, a la publicación de medios escritos, televisión y a las telecomunicaciones. Este gigante también es dueño de CNN, HBO, Cinemax, Cartoon NetWork, revista Time, revista Sports Ilustrated y otros reconocidos medios en el hemisferio occidental.
Los editores de Time pidieron a Ware una portada para la edición de mayo, en donde saldría publicada la famosa lista de las 500 mas grandes empresas del mundo. Ware tomó la solicitud con humor y les presentó un gran edificio, al estilo Manhattan, con sus ejecutivos divirtiéndose en la azotea, protegidos por aviones caza y recibiendo dinero desde helicópteros; al pie del edificio se observan escenas como: fábricas de maquila en México, la cárcel de Guantánamo en Cuba, guardias armados protegiendo recursos, comida y agua y otras escenas típicas del “órden” económico mundial.

Ahora imagina…
¿Permitirán los ejecutivos de Fortune una autocrítica en su portada?
¿Tendrá esta revista un punto de vista “crítico” sabiéndose propiedad de un gigante mediático transnacional?
¿Cuánto es verdad y cuanto es mentira en estos medios de amplia circulación?


¿Quieres saber mas?

http://chicagoist.com/2010/04/23/fortune_rejects_chris_ware_cover.php?gallery0Pic=7#gallery

http://kottke.org/10/04/chris-wares-rejected-fortune-cover

http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=231237&lee=16

http://es.wikipedia.org/wiki/Time_Warner

¡El más joven de la CSJ!, 13+13: Un encuentro por la Justicia



13+13, un encuentro por la Justicia es un proyecto de la Dirección de Proyección Sociopolítica donde 13 estudiantes de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales y Ciencias Políticas y Sociales, entrevistan a los trece magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Acá el adelanto a la entrevista al Magistrado más joven, hecha por un estudiante de Relaciones Internacionales.

Por Edwin Suruy

Estudiante de Relaciones Internacionales

El Licenciado Gómez Méndez, es Abogado y Notario, egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala. El Abogado tiene estudios finalizados de Maestría en Derecho Económico, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Cuando usted tenía mi edad y era estudiante universitario, ¿qué pensaba usted hacer, cuáles eran sus aspiraciones como joven profesional? ¿Cuáles eran sus sueños como guatemalteco? ¿Se pensó algún día como Magistrado?

“Tu pregunta es muy interesante cuando uno esta en la etapa que vos estas en la ultima etapa de la carrera, esto fue en 1990 estaba igual que vos cuando estaba cerrando mi carrera de Derecho en la universidad. Uno tiene muchos sueños, uno tiene los sueños de tener una Guatemala mejor, una Guatemala más justa con un mejor sistema de justicia.

La verdad es que en mi ruta de desarrollo personal siempre me gusto el área financiera, yo soy un abogado especializado completamente en áreas financieras. Si ves mi currículo podés ver que trabajé en bancos y anterior- mente en CITI BANK siempre me he especializado en el área financiera.

Sí yo siempre pensé en ser un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y/o Corte de Constitucionalidad, lo que si pensé sinceramente fue que iba a llegar un poquito después. Por cuestiones circunstanciales se adelantó un poco mi venida para acá, pero siempre pensé en venir hasta acá. Creo que nuestro país merece cosas mejores, creo que nuestro país merece que gente con una visión de una mejor Guatemala pueda llegar a estos poderes. Yo tengo la visión de una mejor Guatemala. Yo me levanto todos los días pensando en que voy a hacer hoy por la Corte y siempre mi meta desde que puse un pie en la Corte ha sido: van a ser 5 años; el día “5 años 1 día” quiero poder voltear a ver y decir “le dejé a la Corte esto y esto” y poder seguir adelante con mi vida sabiendo que aporté lo mejor que pude a la justicia de Guatemala y a la Corte Suprema de Justicia.”

Si debiera usted dar un concepto de “justicia”, ¿cuál sería?“

Creo que la justicia en un país debe de ser Igualdad, debe ser Tener acceso a los mismos sistemas de justicia pronta y cumplida como dice la ley, todos los ciudadanos de este país deben de ser tratados por igual. Desafortunadamente como la justicia está, con porcentajes de condenas menores al 3%, creo que no se cumplen los postulados o los principios de la justicia de este país.

Qué soñaría yo, pues, que después de estos 5 años, no se hable de una justicia completa pero sí de que los porcentajes que tenemos hoy día sean seriamente superados. Eso pretendo yo como justicia: una justicia que se dé así y una justicia en la que la población en general confíe más de lo que confía en este momento.”

La justicia deja un vacío en la cotidianidad de la sociedad y de los jóvenes guatemaltecos. La CSJ y sus magistrados son de vital importancia en un cambio para bien. ¿Cómo se lo explicaría usted a la juventud?

“El tema de la justicia es muy complejo pero muy importante que la gente vea que toda acción va a tener una reacción: ya que si se actúa bien tendrá una reacción positiva, pero si se actúa mal es claro que tendrá una reacción negativa.

Creo que son importantes los magistrados de la Corte para lograr que se haga justicia y se castigue a las personas que no cumplen con la ley y que cometen ilegalidades. Creo que es bien importante que la Corte haga justicia y ésta pueda mostrar que tiene la capacidad de hacer las cosas y que la gente pueda confiar en su sistema de justicia.”

jueves, 22 de abril de 2010

¿Cómo afecta una erupción?

Por Marlon Barrios
InCyTDe

Observa la siguiente gráfica:


En ella observamos un corte esquemático de esos conos de tierra que llamamos volcanes. Cuando un volcán hace erupción, el magma (roca derretida) del núcleo terrestre sale a la superficie. Además de magma pueden salir gases, polvo, cenizas, lodo, piedras y vapor de agua. Cuando un volcán explota o hace erupción, la nube de polvo y ceniza que emerge puede viajar por el aire y cubrir grandes distancias.

Ahora observa esta figura:



Un volcán situado en Islandia hizo erupción el 20 de marzo de este año (2010). Para el 10 abril las cenizas habían viajado 1000 Km y empezaban a afectar la Europa continental. El 20 de abril la traza de cenizas había llegado a Moscú, a 3000 Km de Islandia. El tráfico aéreo del norte de Europa se paralizó. Un cálculo grueso del impacto económico a las líneas aéreas, causado por esta “broma de la naturaleza”, llegaría a los 1000 millones de Euros. Esto es aproximadamente 1/4 del presupuesto general de gastos del Estado de Guatemala.

Ahora imagina…
¿Cuántas ciudades de Guatemala podría afectar una erupción del Volcán de Fuego?
¿A cuánto ascendería el impacto económico de una erupción volcánica en Guatemala?
¿Es el hombre mas “fuerte” que la naturaleza?

¿Habrá guerra nuclear?

Por Marlon Barrios
InCyTDe

Mira la siguiente gráfica:

En ella observamos el principio de la Fisión Nuclear. El neutrón rompe un núcleo de uranio y produce: dos núcleos “hijos”, neutrones libres y energía. Una reacción en cadena de este tipo produce mucha energía, que puede ser utilizada para fines pacíficos: electricidad;… y también para armas de destrucción masiva.
Ahora mira esta figura:
Utilizando energía nuclear para hacer armas se puede fabricar una “cabeza nuclear”, proyectil balístico de largo alcance, que tiene potencia para destruir un área circular de 15 kilómetros de radio. De Mixco a Santa Catarina Pinula hay unos 13 Km en línea recta. Una bomba atómica arrojada en El Trebol destruiría toda la capital de Guatemala.

A inicios de abril del 2010 se firmó en Praga, capital de la República Checa, un tratado de “desarme” entre las potencias nucleares. Rusia y Estados Unidos acordaron “reducir” sus cabezas nucleares a un máximo de 1675 en un plazo de 7 años. Si ambos cumplieran lo firmado, en el 2017 habría unas 3350 bombas de este tipo.

Ahora imagina…
¿Cuántas ciudades se destruirían en una guerra nuclear?
¿Crees que esta guerra se produzca?

lunes, 12 de abril de 2010

¿Tendrán alguna relación las guerras y el petróleo?

Mira este mapa:
En él se observan los datos de producción y ubicación de las mayores compañías petroleras del mundo. En las tablas puedes ver los nombres y los países sedes de estas mega compañías. Ahora analiza, "casualmente", las últimas guerras, militares o mediáticas, emprendidas por Estados Unidos y la OTAN han sido contra países como Iraq, Irán, el Medio Oriente y Venezuela.
¿Y tu que opinas?

Momentum en 120-80


Artes Landívar
Instituto Guatemalteco Americano IGA
Instituto de Danza e Investigación del Movimiento

Presentan a:
MOMENTUM
Compañía de Danza Contemporánea

En 120-80

Teatro Dick Smith (IGA)8, 9, 10, 22, 23, 24 y 30 de abril20:00 horasAdmisión: Q60 y Q30 estudiantes con carné
www.momentum-danzaguate.com

Festival internacional de títeres “Titiritlán”



Organizado por tercer año consecutivo por la asociación de títeres “chúmbala cachúmbala”, y replicado en Antigua Guatemala gracias al apoyo del Centro de Formación de la Cooperación Española en Antigua, la Alianza Francesa de Antigua, el Proyecto Cultural El Sitio, la Municipalidad de la Antigua y la Casa del Mango...

Entrada libre, lo que significa que son libres de venir si les da la gana, y nadie en ningún momento va a tratar de impedirlo de ninguna manera, aunque eso sí, la policía municipal se encargará de recordarle que si no paga su “impuesto de parqueo” lo va a pagar después multiplicado...

Miércoles 14 de abril
El Pez Soñador (Chile)
Parque de la Escuela de Cristo
3:00 P.M.

Jueves 15 de abril
Grupo Castiluce (Uruguay-Costa Rica)
Casa del Mango (la Merced)
7:00 P.M

Viernes 16 de abril
El Pez Soñador (Chile)
Proyecto Cultural El Sitio
7:00 P.M.
Sábado 17 de abril
Grupo Chúmbala Cachúmbala (Guatemala)
Atrio de la Compañía de Jesús
7:00 P.M.

domingo, 11 de abril de 2010

Guatemala y una nueva comunidad latinoamericana

Equipo de Análisis Político
URL

En febrero de este año, con ocasión de la XXI Cumbre del Grupo de Río y de la II Cumbre de América Latina y El Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), 32 representantes de igual número de países, suscribieron en la Riviera Maya (Playa del Carmen, Cancún, México) la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y El Caribe. En ella decidieron constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como “espacio regional propio”. La novedad de esta instancia, la unanimidad de la declaración, la exclusión de EE.UU. y Canadá (Honduras no fue invitada), así como la insistencia en “avanzar en la unidad e integración política, económica, social y cultural... y en la identidad latinoamericana y caribeña”, provocaron una amplia cobertura de prensa, no pocos comentarios de apoyo, pero también escepticismo o velada crítica.

El tiempo transcurrido desde esta reunión, permitió acumular preguntas y dudas sobre el objetivo del cónclave. En efecto, se plantean cuestiones como las siguientes: ¿De qué tipo de organización se trata? ¿Hasta dónde podrá reunir las expectativas e intereses tan diversos de los Estados latinoamericanos y de El Caribe? ¿Cuáles serán sus alcances reales, su viabilidad y sostenibilidad? ¿Significará el final de la OEA, se tratará de una instancia más o la Comunidad tendrá un mejor desempeño que aquella, sobre todo a la luz de lo ocurrido en los últimos años? ¿Qué significará, en la práctica, la ausencia de EE.UU. en la nueva Comunidad? ¿Qué ventajas o perspectivas ofrece una Comunidad como la indicada para países pequeños como los centroamericanos? ¿Cómo se logró el alto grado de coincidencia que permitió la unanimidad de la declaración de esta Cumbre? ¿Cómo será el futuro próximo?

La constitución de la OEA en 1948, es el antecedente más directo. Aquella organización se desarrolló al calor de la lucha ideológica entre dos modelos de desarrollo social, político y económico, característicos de la bipolaridad mundial, producto de la Guerra Fría. No obstante, la OEA también contribuyó a que el diálogo se desarrollara entre las diversas cancillerías latinoamericanas.

Durante la década de 1980 por ejemplo, el proceso de paz en Centroamérica, apoyado por el Grupo de Contadora, culminó con la creación del Grupo de Río, en diciembre de 1986. La actual Declaración de Cancún es expresión de la continuidad del trabajo iniciado por el Grupo de Río. El mismo puede considerarse como una manifestación de la llamada “flexibilidad del sistema bipolar” , gracias a la cual se pudo iniciar un diálogo político que permitió crear plataformas de interacción entre los países latinoamericanos. A este antecedente se añade un segundo, que también es de actualidad: la escasa operatividad de la OEA. En efecto, el conflicto de las Islas Malvinas y las dificultades para resolver el reciente golpe de Estado en Honduras, a varias décadas de distancia uno del otro, constituyen dos ejemplos de ello. El conflicto de las Islas Malvinas (1982), demostró como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) no fue capaz de funcionar para situaciones concretas y asegurar la defensa de sus miembros, frente a agresiones externas. Esta disfuncionalidad del sistema de defensa, llevó entonces a los Estados latinoamericanos, a desarrollar espacios de diálogo común. Así, la razón de ser del Grupo de Río fue durante años, la existencia de un diálogo común, fuera del control “ideologizado" de EE.UU., que en gran medida, concretizaba la OEA.

¿Existe América Latina y El Caribe como una comunidad de destino ?

Las respuestas a la interrogante anterior, han variado dependiendo de los momentos históricos y de las fuerzas políticas en presencia. En efecto, el sueño de Bolívar de una unión de repúblicas hispanoamericanas expresado en el Congreso de Panamá (1826), contrasta, por ejemplo, con los momentos difíciles en los que se produjeron, tanto la disolución de la Gran Colombia (1830) como la fragmentación de la Federación Centroamericana (1840). Tuvieron igualmente efectos desintegradores, las intervenciones europeas y las guerras entre los propios países latinoamericanos, derivadas fundamentalmente estas últimas, de conflictos de fronteras (1860-1883). También separaron a los países, las intervenciones militares estadounidenses en El Caribe y Centroamérica (1898-1933). El conjunto de estas situaciones diversas, ha correspondido a grandes rasgos, a confrontaciones entre el Proyecto de Bolívar por una parte y al Proyecto Monroe por la otra, como modelos de conformación del futuro del subcontinente que, con altibajos, estuvieron latentes en América Latina y El Caribe durante décadas.

Una lectura de la historia de América Latina… muestra que la región estuvo sometida continuamente a alguna forma de dominación externa: colonial, en la época anterior a las guerras de independencia; semicolonial, durante el siglo XIX y hasta finales de la Segunda Guerra Mundial; neocolonial, desde 1945 en adelante. Cada uno de estos sistemas de dominación exterior se apoyó parcialmente en factores opresivos internos de la propia América Latina…cada uno de estos sistemas de dominación provocó rebeliones nacionalistas y antihegemónicas en su contra… En nuestra época se plantea seriamente, por primera vez, la posibilidad de realizar la empresa liberadora, no con el apoyo de otra gran potencia, sino a través de la unidad y solidaridad de los pueblos oprimidos de éste y otros contenientes. La alianza, la integración y la cooperación Sur-Sur frente a la dominación del Norte y el desarrollo autosostenido para escapar a toda dependencia, son las consignas progresistas más reciente. La anterior cita de Demetrio Boersner, fue formulada durante la segunda mitad de la década de 1990. Se anticipó a un período en el que el panorama político de América Latina, empezó a registrar cambios en la integración de la mayoría de los gobiernos, respecto de lo sucedido décadas anteriores. En efecto, como consecuencia del desencanto con las políticas neoliberales y sus efectos (eliminación de subsidios a las tarifas de los servicios públicos, privatizaciones, disminución del gasto social, desregulación del trabajo y disminución de la seguridad laboral, cierres y quiebras de empresas, entre otros), en muchos países latinoamericanos se registró un creciente “voto de castigo” en contra de tales opciones. Ello ocurrió a partir de 1998, cuando tuvo lugar la primera elección de Chávez en Venezuela. En este nuevo contexto y a pesar de las ventajas y beneficios que habían anunciado los teóricos del libre mercado para América Latina y ante los resultados contrarios, el electorado fue paulatinamente retirando su confianza a los partidos y candidatos de derecha y de centro derecha. Así, en poco más de una década (1998–2010), cambió la integración en la mayoría de gobiernos de América Latina: en la actualidad, únicamente México, Colombia, Perú y Chile son los países importantes (por su dimensión geográfica, económica y poblacional) gobernados por opciones de derecha y centro derecha, frente a una situación que era distinta diez años antes. En el marco de las variaciones en las preferencias del electorado latinoamericano, aparecen dos grupos de países en América Latina, con dos visiones sobre el futuro del continente. El primero es el representado por la Alternativa Bolivariana para América (ALBA), creado en 2004 a iniciativa de Venezuela y Cuba. Al mismo se sumaron Bolivia (2006), Nicaragua (2007), temporalmente Honduras (se incorporó en 2008 y se retiró en 2010), Ecuador (2009) y tres países del Caribe de habla inglesa (Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas). El ALBA agrupa a los gobiernos situados más a la izquierda del espectro político y más críticos de EE. UU. El grupo aparece influido por el liderazgo del Presidente Chávez de Venezuela, aunque últimamente, se note un descenso en su protagonismo. El segundo grupo de países está integrado por el resto de los Estados latinoamericanos y caribeños. Aparece menos articulado internamente que el anterior, más amplio en su número y por ello, más difuso en sus posicionamientos. El liderazgo corresponde a Brasil, por su indiscutible peso regional y el del Presidente Lula. Las características personales y políticas del Presidente Lula le permiten, además, ser un interlocutor válido con el ALBA, lo que acrecienta el liderazgo continental de este último.

Las agendas y los liderazgos regionales Debe señalarse la importancia que para las relaciones internacionales de América Latina, tuvo tradicionalmente la actuación de México (principalmente entre 1940 y 1990), como un factor de equilibrio y distensión, en el extremado alineamiento que EE. UU. le exigió a América Latina y al Caribe, sobre todo durante los peores años de la Guerra Fría. El protagonismo mexicano empezó a declinar en las postrimerías de la administración del PRI y fue más marcado durante la administración del Presidente Fox. Ello, cuando México pareció redefinir el carácter de sus relaciones con EE. UU., de una forma distinta y más subordinada. La actual constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el papel importante que en dicha iniciativa parece haber tenido México (según la información que los medios han destacado), marcaría una renovada presencia del protagonismo mexicano, que “retornaría sin haberse ido” a la escena política latinoamericana. La dimensión de México a nivel continental, fundamentaría igualmente tal protagonismo .

Por su vecindad natural, la nación mexicana está destinada a mantener un vínculo económico y político extremadamente fuerte con su eterno socio principal: EE.UU. Dicha cercanía y vinculación con la superpotencia, que aparentemente es una debilidad para México, bien aprovechada puede ser una fortaleza, como lo demuestran algunos beneficios comerciales que ha obtenido de su pertenencia al Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés). Ello, pese a las críticas de sectores sociales por los efectos perniciosos en contra de los trabajadores de las regiones agrícolas más pobres del país. En sus esfuerzos por equilibrar su exceso de dependencia hacia su vecino septentrional, México tradicionalmente ha ejercido un fuerte liderazgo en el ámbito hispanoamericano, aunado a sus relaciones cordiales con Brasil y El Caribe.

El boom brasileño de los últimos años, coincidió con la pérdida de influencia de México en el contexto latinoamericano. Es por ello que la cumbre de Playa del Carmen, le ha permitido rescatar su liderazgo regional, replanteando así una nueva política hacia el hemisferio que revierta la tendencia de los últimos años. Es posible incluso que la estrategia mexicana consista en plantear, de una manera muy pragmática y realista, una hegemonía regional compartida con la potencia sudamericana que, en todo caso, habrá de ser aceptada por esta última.

Encabezado como ya se indicó por su carismático mandatario, el ex líder sindical Luis Inázio Lula da Silva, Brasil está dejando atrás su tradicional política de bajo perfil en el escenario mundial, limitada al ámbito sudamericano. En efecto, a través de la consolidación de esta influencia, Brasil busca proyectarse como potencia mundial, más allá de la escena latinoamericana. Sus esfuerzos para obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y los recientes rumores de una eventual candidatura de Lula para la Secretaría General de dicho organismo, son señales claras de la nueva política de este país. Es así como Brasilia ha trazado una política independiente, que no sólo le ha llevado a mejorar sus relaciones con las otras naciones BRIC, sino que lo ha impulsado incluso a fortalecer sus vínculos con potencias intermedias, que puedan permitirle hacer un mayor contrapeso al “Norte” (como Irán). Al mismo tiempo, mantiene equilibrios en sus relaciones internacionales, basadas en el intercambio activo y la cordialidad con el resto de potencias industrializadas.

Respecto del ámbito estrictamente hemisférico, Brasil es sin lugar a dudas, el mayor contrapeso para EE.UU. Ello, gracias a un hecho histórico muy influenciado por la geografía: su grado menor de vinculación con la superpotencia, de la cual siempre ha sido menos dependiente, en comparación con México o Canadá. En este contexto, la nación del sur ha decidido trascender más allá del área meridional y asumir un rol de liderazgo integral en el subcontinente. Tal política no sólo puede observarse en las crecientes visitas del Presidente Lula y de otros dignatarios brasileños a Centroamérica y el Caribe, aunadas a su cada vez más activa participación en foros regionales de diverso tipo y al incremento de su comercio con el área. De igual forma, se observa su mayor beligerancia política. Así lo refleja su involucramiento en temas cruciales como la incorporación de Cuba al sistema interamericano y la crisis de Honduras, en la que el gobierno de Lula ejerció un fuerte liderazgo que neutralizó a Washington, en su hegemonía automática.

Ante la posible intención mexicana de promover una suerte de bipolaridad cordial en Latinoamérica y el Caribe, faltará ver si Brasil acepta esta dualidad o si, por el contrario, opta por imponerse como único “número uno” del subcontinente y por ende, obligar a México a conformarse con el rol de “segundo de a bordo”. En este contexto, resulta indiscutible la primacía brasileña en la parte meridional del hemisferio, dada su incuestionable predominio en la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) y demás instancias sudamericanas. Faltará ver si la misma puede imponerse también en Centroamérica y el Caribe, en donde México ha sido históricamente, el país latinoamericano “grande” con mayor presencia, no dispuesto a perder esta hegemonía relativa.

Contrastando con las agendas anteriores, el posicionamiento del ALBA, es más radical, al atribuir la problemática de las naciones latinoamericanas y caribeñas a la dominación de los países del Norte, particularmente de EE. UU. La propuesta de tal alianza se ampara en los postulados de la cooperación Sur-Sur y en la conformación de bloques regionales y subregionales de países no industrializados. Estas directrices permitirían a la región, alcanzar el desarrollo en forma endógena, a través del establecimiento de alianzas entre los países del área, que los llevarían a liberarse de los intercambios desiguales que han mantenido con las potencias industriales. Con base en tales premisas, las repúblicas del ALBA considerarían a la Comunidad Latinoamericana y Caribeña, como un nuevo organismo hemisférico, que al dejar fuera al Canadá y a los EE.UU., es capaz de reemplazar a la OEA; considerada un instrumento de dominación estadounidense que debe desaparecer.

¿Cómo se avizora el futuro?

La realidad parece indicar que la percepción de los países del ALBA, resultaría menos viable en el corto o mediano plazo. En primer lugar, por la imposibilidad de abstraerse, sin más, de la influencia de EE. UU. En segundo término, porque conviene interrogarse sobre la capacidad de crear un ente nuevo, con las características que visualiza Venezuela. La realidad apunta más bien, al predominio de las opciones de Brasil y México, en cuyo caso deberá buscarse el mayor grado posible de conciliación con las repúblicas bolivarianas, si realmente se desea evitar que, por enésima vez, el disenso pueda conducir al fracaso de la integración latinoamericana y que lo tratado en Playa del Carmen se quede, una vez más, en buenas intenciones.

Hay que tener presente que la iniciativa de crear la Comunidad, fue bien recibida por el ALBA, en gran medida porque coincide con la propuesta “latinoamericana” de Chávez. En efecto, tal propuesta fue lo suficientemente general y amplia como para… “avanzar en la unidad y en la integración política, económica, social y cultural, en el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico…el desarrollo independiente y sostenible, sobre la base de la democracia, la equidad y la más amplia justicia social” (según indica la Declaración). En estos términos, todos los países podrían encontrar cabida en la nueva organización. Por otra parte, el hecho que EE. UU. y Canadá no sean miembros de la Comunidad propuesta, no significa que los intereses de tales potencias (sobre todo los de EE.UU.) estén ausentes. En efecto, importantes aliados estadounidenses (como Colombia, México y ahora Chile) así lo garantizarían. Todo lleva a pensar que si hasta ahora, la declaración de la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños no ha provocado tanto rechazo dentro de los intereses conservadores estadounidenses y latinoamericanos, es porque quizás piensen que la organización nunca se desarrollará.

La viabilidad de un proyecto iberoamericano y caribeño en el largo plazo, como el de la Comunidad que se ha propuesto en Playa del Carmen, hace que merezca la pena buscar la conciliación gradual de las discrepancias entre unos actores y otros. Debe prevalecer la tolerancia y la inclusión de los más pequeños y débiles, a la manera del proceso europeo, si realmente se quiere llegar a feliz término. El papel de los principales actores, como Venezuela, Chile y en especial Brasil y México, será determinante en esta dinámica. El pensamiento progresista y democrático de América Latina y El Caribe, debe considerar que se trata de una iniciativa importante para la cooperación, el desarrollo y la emancipación de los pueblos del continente.

Impunidad, ¿Tenemos el gobierno que merecemos?

Por: Francisco Rodríguez
Quetzaltenango

Sobre la impunidad dentro del sistema o la ineficacia de las autoridades mucho se ha dicho, al punto que los temas pueden llegar a tener la misma relevancia que el cáncer que puede causar el uso del celular: es una amenaza, sí, pero es un mal causado por algo de lo que quiérase o no, dependemos. Los temas podrán desencadenar debates acalorados, tan gastados ya, en los que las soluciones mesiánicas no dejarán de tener un espacio reservado. Quien debate el tema se entiende a sí mismo como un afectado más, por lo que la media de las conclusiones coinciden en creer que poco se puede hacer al respecto. Por ejemplo: ¿Puede usted reconstruir su aparato telefónico para eliminar la radiación que utiliza para funcionar? ¿Puede usted depurar el sistema para eliminar la impunidad? Con toda seguridad puedo decirle que yo no; lo que sí puede hacer es el esfuerzo para alejarse un poco del celular o sencillamente presionar al gobierno... Pero claro, las soluciones son aún más gastadas puesto que incluso quien conoce poco del tema puede proponerlas, aunque en realidad, llama la atención que incluso teóricos coincidan con ellos. Cuando de problemas sociales se habla, no pueden ser tratados como moda, si se habla de corrupción como problemática de siempre no será producto de la costumbre a la queja, será reflejo de la constancia del hecho, es decir, repetición de la percepción.
En este sentido habrá que entender el problema como algo que no siempre radica en la estructura, sino en quienes la componen. No es casualidad que la impunidad tenga una relación proporcional en cuanto a los recursos del Estado: entre más limitado se vea este en lo económico, se cometerán más abusos en contra del mismo y viceversa. El funcionario entrará en una dinámica de exceso de demanda y escases de oferta en cuanto a los recursos estatales, lo cual le otorgará cierta cuota de poder que usará para elegir aplicar o no la ley a grupos específicos de acuerdo a conveniencias particulares.
Por tanto, la impunidad como tal dobla su problemática al momento de ser un fenómeno social de naturaleza puntual, es decir, que al encontrarse con una estructura que padece de debilidades en múltiples áreas, aprovecha uno de estos vacíos para actuar al margen de la ley sin necesidad de tener repercusiones en el sistema total. En este sentido, quien comete asesinato podrá no importarle el entender cómo funciona el sistema de justicia, estará más interesado, y a la vez más tranquilo, de saber que este sistema tiene una falla que le permitirá no tener que declarar ante un juzgado. Esto nos deja con un asunto que al momento de ser intentar ser tratado, la eficacia de una política pública enfocada a lo macro se verá limitada puesto que el problema se da mayormente en lo micro.
En el caso de un asesinato contra un estudiante universitario, y siguiendo en la línea de lo expuesto anteriormente, entenderemos que no habrá un único estudiante asesinado, se comprenderá que los casos de homicidios de cualquier tipo sobrepasan la capacidad de atención del Estado y que en la mayoría de ellos poco podrá hacer. Las causas de este desborde de violencia podrán ser distintas (un conflicto armado por ejemplo), por lo que no todo debe dejarse en manos del órgano central. Si se sabe que este es disfuncional, debe ser, además de señalado, apoyado.
En la ciudad capital podrá existir (para bien o para mal) una CICIG que apoye en casos de alto impacto, pero en casos locales, puntuales, será muy difícil que Castresana muestre interés, lo cual recuerda la existencia de un último actor responsable para la presión superior: el ciudadano. Así como el buen gerente debe saber limpiar el sanitario para pedir que esté limpio, el buen ciudadano no puede exigir a sus autoridades encargarse de hacer justicia si no se interesan por hacer que esta se cumpla. Si bien es cierto que el funcionario público existe para que la sociedad pueda desocuparse de asuntos de gobierno o seguridad, es precisamente esa etiqueta de “público” la que le da la calidad de subordinado para con la población, lo que convierte a la sociedad en el jefe de estos empleados.
¿Por qué cuando se asesina a un estudiante el movimiento universitario no se pronuncia? Si la víctima es uno de ellos ¿Por qué cuando se conocen casos en los que un funcionario público comete abusos de poder la población no exige su destitución? Si ellos mismos son quienes delegan ese poder. No en todos los casos podrá decirse que es falta de información puesto en su mayoría son difundidos, aunque quizá no con la imparcialidad que debería, pero los elementos que supondrían ser los detonadores están allí.
Mientras no sea el mismo ciudadano quien se dé a la tarea de cubrir estos espacios vacíos y curar así un poco el cáncer, usted estimado lector no debe preocuparse, la vida de la comunidad podrá seguir pasando, esperando tener triple saldo un día, y no tener necesidad de justicia al siguiente.

El metarelato de la justicia y el inframundo de la impunidad en Guatemala

La sociedad guatemalteca históricamente se ha caracterizado por engendrar, reproducir y consentir socialmente ciertos flagelos sistémicos que en el espacio-tiempo de nuestra historia social han mermado los cimientos de la institucionalidad democrática del Estado; flagelos que como el nepotismo, caudillismo, corrupción, burocratización y clientelismo se han convertido en las prácticas sociales y “políticamente viables” para el funcionamiento fáctico, inequitativo, amoral y pseudo político de un sistema que opera a través de los fallos, intencionalidad sectorial y reacomodamientos del diseño institucional del Estado-Nacional guatemalteco.

Esta reconfiguración institucional, desemboca inequívocamente en la construcción positivista en el imaginario colectivo del metarelato de la justicia, éste entendido como aquel escenario aspiracionista ciudadano en donde se respeta y reconoce formalmente la institucionalidad jurídica del país, el imperio de la ley, principio de legalidad y el Estado de Derecho liberal, elementos inherentes de la democracia representativa que efectivamente en el contexto guatemalteco no son aplicables política ni empíricamente comprobables; ya que la cuestión del acceso y administración de la “justicia” aún se dirimen en los vericuetos clientelares del inframundo de los honoratiores, los cuales han instalado un entramado complejo, rentable y funcional de “redes de lo político”, que a través de la manipulación mediática, componendas políticas, exenciones fiscales, linaje, extracción de rentas, deformación del aparato legal, especulación del mercado y discrecionalidad han logrado erigir una maquinaria política híbrida integrada por operadores administrativos y funcionarios de Gobierno, empresarios, militares, profesionales y ciudadanos que tienen como finalidad última: mantener el status quo y establishment, a través del blindaje normativo de las acciones y decisiones de sus integrantes provocando una cultura institucional de caos, desorden y anomia, que indudablemente favorece la incursión de nuevos actores y manifestaciones extra sistémicas como el narcotráfico, crimen organizado y hasta las propias comunidades que utilizan el recurso del linchamiento como un acto de impartir justicia por sus propias manos, poniendo en tela de juicio y sopesando el debate sobre la reforma política del Estado y sus instituciones.

Las implicancias sociales de esta cultura de impunidad son de variada índole, pudiendo resaltar la debilidad de la institucionalidad democrática del Estado -partidos políticos, organizaciones sociales, Universidades, sindicatos, entre otros-, la cultura de la violencia sistemática y paraestatal, erosión de la moral humana y ética política, reconstrucción del paradigma de la democracia tutelada, la reificación del sujeto social que con mayor regularidad interpreta la impunidad como actos “socialmente aceptados y normales” de nuestra Administración Pública favoreciendo la consolidación de una cultura de apatía, indiferencia y asimilacionismo ciudadano frente a las problemáticas estructurales de país en donde la impunidad campea y penetra las ya amorfas y agonizantes instituciones políticas y sociales del país.

Para contextualizar y ejemplificar el análisis sobre el metarelato de la justicia y el inframundo de la impunidad en Guatemala, tomaremos uno de los casos más paradigmáticos de nuestra historia política contemporánea: el Caso Gerardi que busca dilucidar el asesinato del Obispo Juan José Gerardi Conedera ocurrido en 1998 luego de la presentación del informe de Recuperación de la Memoria Histórica -REMHI-, caso que todos sabemos se ha visto entrampado por las artimañas judiciales, intimidaciones y amenazas, campañas de desinformación, presentación de pruebas falsas y compra de voluntades jurídico-políticas para favorecer el enquistamiento institucional de la impunidad, al otorgar recientemente los tribunales de justicia guatemaltecos la redención de pena y la consiguiente libertad anticipada del coronel Byron Disrael Lima Estrada, por supuestos “actos de buena conducta y laboriosidad dentro del penal”. Lima Estrada fue condenado a veinte años de prisión al ser responsabilizado de ser coautor de la ejecución extrajudicial del Obispo Gerardi, hecho que nuevamente indigna y pisotea la alicaída democracia guatemalteca, en donde nuevamente las “redes de lo político” y los honoratiores logran violentar el respeto y reconocimiento de los derechos humanos, retorcer el incipiente y mal encarnado Estado de Derecho, consolidar una cultura de impunidad que se ha institucionalizado en el aparato público haciéndola una práctica social recurrente en la real politik, cooptando y redefiniendo actores políticos, entidades gubernamentales, ideologías y decisiones distanciándonos más del imaginario social de la justicia convirtiéndola en un metarelato, cristalizado en discursos institucionales y fetiches de poder retórico, pero que difícilmente se traducirán en prácticas colectivas en nuestro resquebrajado y falente sistema político.

jueves, 8 de abril de 2010

Mujeres notables de América Latina: anécdotas para la juventud


Angélica Aguilar Gutiérrez
Investigadora INGEP
URL

Ser joven implica una mayor apertura a los principios democráticos y una mayor posibilidad de protagonismo en la construcción nacional. Los jóvenes son más proactivos, propositivos y dedicados en el desempeño de sus labores cotidianas. Sus mentes, ávidas de conocimiento, se inclinan más por el trabajo en equipo, son más respetuosos de la diversidad y proclives a la innovación. Repletos de fuerza vital, fe y esperanza en el futuro, son tierra fértil que debe cultivarse y alimentarse con valores de humanidad. A nosotros, los latinoamericanistas, nos gusta conversar con ustedes porque su capacidad de atención y notable interés en todo cuanto les rodea, les sirve siempre para ser mejores. Para vivir mejor.

En esta ocasión quiero conversarles sobre política. La política es siempre un escenario complejo. Su definición clásica de gestión del conflicto social nos permite intuir que es un camino realmente escabroso el que se abre ante nuestros pasos. Sabemos que la sociedad guatemalteca adolece de cohesión; de un ordenamiento que posibilite la convivencia en armonía, con solidaridad y cooperación; de ciertos valores y principios que nos permitan a los guatemaltecos vivir con dignidad y confianza en el futuro. Por eso, muchos de nosotros buscamos construir democracia; por eso, otros tantos hacemos énfasis en la inclusión y también por eso mismo, el tema de las mujeres adquiere gran importancia para países como el nuestro.

A razón de la elección de doña Laura Chinchilla como presidenta de la hermana República de Costa Rica y el recién celebrado día internacional de la mujer, vienen a mi mente ciertas anécdotas interesantes que deseo compartirles. Recuerdo hace algunos años haber leído un artículo en el diario chileno La Tercera que hablaba sobre el debate político de las otrora aspirantes a la presidencia de la República doña Soledad Alvear y doña Michelle Bachelet. El contenido del artículo se desarrollaba en función a la propuesta programática de ambas candidatas: “diálogo social” y “desarrollo con valores”. Ambas propuestas podrían encajar bien en un escenario como el nuestro, aunque no es mi objetivo interpelar en este artículo a quienes disparatadamente llevan a cabo lo contrario en Guatemala, desde posiciones antagónicas irreconciliables. Solamente lo subrayo porque se que, en su agudeza, ustedes lo han notado.

Un punto que pretendo sacar a relucir es que no debe extrañarnos este tipo de planteamientos políticos cuando viene de mujeres ilustres. Las mujeres somos en general más proclives a las soluciones conciliadoras. No es casualidad que el movimiento feminista se desarrolle desde organizaciones sin jerarquías rígidas preestablecidas y en contextos de cooperación y coordinación entre iguales. De otro lado, pensar en una gestión más digna, más allá de un dispendio irresponsable de recursos, es una práctica bien conocida por muchísimas mujeres en todo el mundo y replicable con ciertas regulaciones y disciplina en el ámbito político. Hemos pasado muchos años estirando la economía doméstica y manejando con racionalidad los recursos siempre escasos para garantizar la mejor calidad de vida de quienes son nuestra responsabilidad prioritaria como mujeres, hijas, hermanas, madres, esposas, profesionales y sobre todo seres humanos.


Sin embargo, no es el programa de ambas candidatas lo que me invita a reflexionar sobre ellas. Son sus calidades y la relación de las mismas con las de la politóloga, hoy presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. Sabemos que Alvear apoyó en un ejercicio solidario y de disciplina partidaria la participación en la contienda electoral de Bachelet y escribió su parte de la historia los años en que ésta última fue presidenta de Chile. Sabemos también que al igual que Chinchilla son brillantes profesionales dedicadas al servicio público desde una postura profesional y humanitaria. Lo que realmente quiero subrayar, como lo hiciera la Tercera en su momento, es que son mujeres notables con logros y conocimientos técnicos en distintas áreas, que las respaldan y los han puesto al servicio de su país. Han logrado sobrepasar las barreras que obstaculizan el avance de las mujeres con ambiciones políticas, desarrollando estrategias para neutralizarlas. Sin duda son poseedoras de grandes fortalezas personales y psíquicas, a diferencia de algunas medianías masculinas que pululan en ciertos congresos y partidos políticos de nuestros países latinoamericanos. Además, se ven sometidas constantemente a exigencias de rendimientos excepcionales y diferenciales, dado su rol de pioneras.

Son mujeres notables, entre muchas otras, de aquellas a quienes debemos en la historia nuestro derecho al sufragio y a la relativa libre emisión del pensamiento en países abatidos por el subdesarrollo. Cada vez que alguna de ellas tiene un logro tan importante es un placer celebrarlo y exhortar a la creación en nuestro entorno de más espacios adecuados para el mejor desarrollo de muchas potencialidades anónimas vestidas de hijas, hermanas, madres, esposas, compañeras, amigas y profesionales, apelando a la voluntad y disposición de escucharlas, de recibir tanto de lo que tienen para entregarnos. ¿Conocen ustedes alguna de estas mujeres en nuestra Guatemala? Estoy segura que sí. Los invito a que me cuenten, los invito a que las apoyemos y compartamos sus historias de vida, los invito a construir nuestra democracia. Ellas son grandes ejemplos de amor y servicio, en una manifestación permanente de humanidad incansable y perenne. Nosotros tenemos mucho que aprender de ellas, por la paz y el desarrollo de nuestro país. Un fraternal saludo para ustedes y hasta la próxima.


Si las mujeres nos vamos, se les acaba la fiesta

Lucía Escobar
Comunicadora de egresada de la URL

Las mujeres llenan misas, adornan iglesias, asisten a los curas y pastores. Son la columna vertebral de la Iglesia, tanto Católica como Evangélica. Sin embargo, son invisibles para la jerarquía, no tienen acceso a ningún espacio de poder ni a protagonismo a la práctica religiosa de las guatemaltecas y al camino que ellas van abriéndose dentro de la visión conservadora de la jerarquía eclesiástica.

Las guatemaltecas, la mitad de los casi 13 millones de habitantes del país, llenan las iglesias, los servicios religiosos y los templos. Ellas cargan procesiones, elaboran alfombras de aserrín, recogen la limosna y el diezmo, aportan la comida para el grupo de oración, quitan y ponen sillas, se encargan de las rifas para el equipo de sonido, hacen arreglos de flores para los altares, pasan la escoba, evangelizan en la escuela dominical, enseñan, transmiten las escrituras de la Biblia, oran, cantan y meditan. Todo lo hacen mientras cargan a los hijos en la espalda y dan la mano a otros tantos niños, propios y ajenos. Las mujeres guatemaltecas, al igual que sucede en muchos países latinoamericanos, son la columna vertebral de las Iglesias Evangélica y Católica, la fe que alimenta la religión. Pero, ¿retribuirá la Iglesia tanto trabajo y devoción?

Busquemos datos científicos, cifras que nos sitúen. Navego en Internet, llamo al Instituto Nacional de Estadística, pruebo con La Conferencia Episcopal de Guatemala, escribo a la Pastoral de Mujeres, me acerco a la Alianza de Iglesias Evangélicas. Nada, nadie parece contar con estadísticas separadas por género y religión. Así que, como una primera conclusión, podríamos decir que las mujeres siguen invisibilizadas en los estudios e investigaciones sobre religión y espiritualidad. En los monitoreos de medios de comunicación tampoco sobresalen noticias o reportajes al respecto.

Un dato no menor si tenemos en cuenta que si bien Guatemala es un Estado laico, así lo dice su Constitución, las religiones cristianas (en aumento la protestante o evangélica y en decrecimiento la Católica) aún tienen mucho poder e influencia en la política nacional, los medios de comunicación, la legislación y en la vida real de las personas. En un estudio del 2006 sobre afiliaciones religiosas, Pew Global Forum documentó que el 48 por ciento se autodenominan católico romanos, el 34 evangélicos y el 15 se divide en otras prácticas religiosas. Los porcentajes varían hasta en diez o más puntos, según la estadística que se consulte. Pero de las mujeres, ninguno dice nada.

Este sólo es el campo cuantitativo. Si pasamos al cualitativo, podríamos encontrar respuestas diferentes. Empecemos buscando en la palabra escrita. Católicas, evangélicas, pentecostales y neopentecostales, todas se apoyan en un solo libro.

Y ¿qué nos dice La Biblia acerca de la mujer?
Servir es reinar

El Antiguo y el Nuevo Testamento están llenos de ejemplos sobre el papel de las mujeres en la sociedad y, sobre todo, en el que parece ser su reino por excelencia: la familia. En Proverbios 31, en la segunda parte se encuentra el poema “Elogio al ama de casa”, del que destaco un fragmento: “Más valiosa que las perlas, trabaja de buena gana con sus manos, se levanta cuando aún es de noche, distribuye la comida a su familia y las tareas a sus servidoras, con el fruto de sus manos planta una viña, fortalece sus brazos para el trabajo, su lámpara no se apaga por la noche, vigila lamarcha de su casa y no come el pan ociosamente”.

Y aunque esto fue escrito hace siglos, todavía el Papa Wojtyla, Juan Pablo II, en su carta Mulieris dignitatem (1988), subraya la misión irremplazable de la mujer como esposa, madre, hermana, y el beneficio que aporta a la sociedad en su progresiva inserción. Por supuesto, cada interpretación de estas palabras será distinta, y depende de la iglesia o el pastor al que se consulte. Por ejemplo, si confiamos en el estudio de Jesús García-Ruiz (2004), “sólo en Guatemala existen cerca de 25 mil pastores y 24 mil iglesias diseminados a lo largo y ancho del territorio nacional”.

Así de variada será, entonces la interpretación de la palabra. Busquemos una: Paola de Cabrera, vive en la ciudad capital, estudió en un colegio de monjas maristas y adoptó la religión evangélica al casarse hace 12 años. Desde esa fecha asiste regularmente al servicio los domingos, colabora en un programa de iglesia en casa y eventualmente asiste a un grupo de matrimonios que se reúnen por las noches a estudiar la Biblia. Para ella, dice, “la familia es la base de la Iglesia y la mujer es el pilar de la familia. En las manos y sabiduría de la mujer está el destruir su hogar o edificarlo”.

Sin embargo, no cree que su religión reconozca roles diferentes entre hombres y mujeres. “En las iglesias tradicionales de los pueblos sí se dan diferencias, pero no en las modernas que yo conozco. Incluso hay muchas pastoras importantes como Cecilia de Caballeros (esposa de Harold Caballeros, ex candidato a la presidencia de Guatemala), Helen Cohen de Monterroso (Iglesia El Shaddai) y Sonia de Luna, esposa de Cash Luna (figura de altísimo perfil mediático, propietario de medios de comunicación religiosos nacionales e internacionales).

La presencia de la mujer en la jerarquía católica se reduce al lugar de monja o ministra eucarística, ya que la cúpula vaticana niega firmemente el derecho a ejercer el sacerdocio a las mujeres. Siempre y cuando cumplan con el dictado en la Primera Carta a los Corintios, capítulo 11: “Por lo demás, ni la mujer sin el hombre, ni el hombre sin la mujer, en el Señor”, las evangélicas, en cambio, sí pueden ser predicadoras, ministras o pastoras, pero ni siquiera en la Iglesia Episcopal de Guatemala, con presencia en más de la mitad de los departamentos del país y parte de la Iglesia Anglicana, se conceden peldaños altos a las mujeres. No existe aún una obispa en territorio nacional, y el ejercicio de la mujer en la Iglesia es dado sólo mientras tengan a su lado un marido que las complemente.

Estos dictados de conducta, son los que la comunicadora y feminista Ana Silvia Monzón denuncia en el estudio “La derecha religiosa trasciende fronteras”: “los fundamentalismos refuerzan el papel de las mujeres como reproductoras y responsables de la crianza de niñas y niños, como compañera ‘idónea’ del hombre, su complemento, no en condiciones de igualdad sino de subordinación, ya que ella sigue representando lo impuro e inferior”.

Restauración total

Más allá de la jungla de asfalto, voy a conocer la experiencia de una pastora un jueves en Panajachel, Sololá, una comunidad turística originalmente poblada por indígenas kaqchikeles, pero en la que hoy en día conviven con guatemaltecos de varias etnias, así como con turistas extranjeros. Es la Iglesia Ministerio de Restauración Total Mi reto, uno de los 24 mil centros evangélicos del país, que bien podría caber en la definición de neo pentecostal o iglesia a la carta. La noche acaba de caer para los habitantes de ese pueblo a la orilla del Lago de Atitlán.

El salón, austeramente decorado, cuenta con una tarima, equipo de sonido amplificado, proyección audiovisual y sillas plásticas. Seis mujeres: dos indígenas, una extranjera y dos mestizas, ataviadas con una blusa “tipo polo” con el logo de Mi reto y una pandereta en cada mano, dan la bienvenida a los asistentes. Ellas son llamadas “servidoras”.

Poco a poco comienzan a llegar los asistentes, la mayoría mujeres con dos o tres niños y niñas cada una, y algunos padres y jóvenes. Se saludan de beso y abrazo, se acomodan en sus lugares, sacan o guardan La Biblia. Una joven se sube al escenario, sin más toma el micrófono inalámbrico y se pone a cantar alabanzas sobre una pista musical que comienza a sonar. Canciones dedicadas al Señor. Las servidoras también cantan y mueven la pandereta, toman rollos de papel higiénico y empiezan a prepararlos para quien pronto los necesite. Efectivamente, las lágrimas empiezan a aflorar.

Tras cuatro himnos de “calentamiento”, las servidoras toman a los niños de las manos y los llevan al salón de al lado, donde verán una película de Cristo, dibujarán, jugarán o leerán cuentos bíblicos. Mientras tanto, en la sala principal la pastora Lilian María de Meijer toma el micrófono, saluda, lee unas cuantas citas bíblicas, presenta un power point del cantautor argentino Facundo Cabral, luego proyecta en la pared un video filmado en Casa de Dios (la iglesia más importante de la ciudad capital), ora y platica con los asistentes sobre la depresión, el amor al prójimo y el servicio a los demás.

Más tarde, en su despacho, nos sentamos a conversar. Lilian es oriunda de Panajachel. Cuenta que comparte el ministerio con Benjamín Joseph Meijer, su esposo holandés, con quien hace diez años tenían una discoteca de nombre Thresome. Él se dedicaba a hacer tatuajes y piercings y a vender drogas de diseño. Tocaron fondo en ése mundo, ella intentó suicidarse tres veces hasta que se acercó a una iglesia. Allí tuvo experiencias extra sensoriales con Dios, y meses después convenció a su pareja: “El Señor nos levantó para romper moldes”.

Me aclara: “nosotros no creemos en la religión, somos seguidores de Cristo y de su palabra. Iglesias existen muchas, con cientos de ramificaciones, pero nosotros no nos basamos en doctrinas, sino en la palabra de Dios”. Luego hablamos del libro de Pablo a los Colosenses, capítulo 3, en el versículo que –dice– habla de la sujeción de la mujer al hombre. Lilian opina que da lugar a malas interpretaciones: “La palabra sujeta es sinónimo de sostenida, como cuando una pareja va caminando a la par; eso no quiere decir que ella no debe sobresalir”.

Me cuenta que muchas de las mujeres que llegan a su ministerio, antes acudían a otras Iglesias pero sufrían discriminación. Tuvo el caso de una señora frecuentemente maltratada por su esposo, y el pastor al que acudían le decía que tenía que aguantar. Un día el marido le roció gasolina en la ropa, queriéndole prender fuego. “Ahí intervenimos, le dijimos que Dios no mandó a la mujer para que la maltraten, y le aconsejé la separación legal; la ayudamos, nos metimos hasta al fondo: le conseguimos trabajo, la acompañamos. Ahora ella tiene un trabajo y está bien”, comenta la pastora, que a partir de ése momento formó un grupo de apoyo a mujeres para que estudien, mejoren su baja autoestima y se superen.



Y él te dominará...

El tema de la violencia de género no es broma en un país como Guatemala, con un nivel de impunidad del 98 por ciento en los casos de asesinatos a mujeres, y donde, según el matutino local Prensa Libre en su edición del 8 de marzo, “en los últimos cinco años, el número de mujeres asesinadas ha venido de menos a más, sumando en el último lustro más de 7 mil casos”.

Eso nos ubica en el quinto país del mundo donde más mujeres mueren violentamente de forma proporcional a la población, según un estudio presentado por la Procuraduría de Derechos Humanos dirigida por Sergio Morales. El vaso parece haberse derramado, por fin, con el caso de Gladys Monterroso, secuestrada y torturada durante trece horas, un día después de que su esposo, Sergio Morales, presentara un informe sobre los archivos desclasificados de la ex policía nacional, en el cual señala la participación de agentes del estado en asesinatos y abusos durante la recién finalizada guerra interna.

Durante 36 años, el ejército guatemalteco mantuvo militarizado el gobierno y sostuvo una cruenta lucha armada contra grupos guerrilleros que desde la izquierda y por medio de las armas pretendían liberar al país de las influencias ultraderechistas militares apoyadas por el gobierno estadounidense. Incontables atropellos contra los derechos humanos han sido documentadas dentro de ese período, incluidas las alarmantes cifras de desaparecidos y asesinatos políticos, unos doscientos mil según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico.

La represión se extendió por el altiplano, enfáticamente sobre las comunidades mayenses que ya habían dado muestras claras de resistencia a la imposición de sistemas y formas de vida.Casualmente o no, la utilización del cuerpo de la mujer como botín de guerra para enviar un mensaje a esposos, hermanos o padres, reproduce la tendencia que se dio durante el conflicto armado interno, en el que la proporción de ejecuciones arbitrarias fue de dos niñas muertas por cada niño.

Pero fuera ya de la guerra, la situación de la violencia contra la mujer no es muy distinta. En el estudio “Por ser Mujer: limitantes del sistema de justicia ante muertes violentas de mujeres y víctimas de delitos sexuales”, dirigido por Kristin Svendsen, se evidencia que el 79 por ciento de las víctimas de asesinato conocía o tenía una relación previa con sus victimarios.

Para Ana Silvia Monzón, “mucha de la violencia hacia la mujer en Guatemala se debe al machismo que se fortalece con el discurso fundamentalista que pretende rescatar la ‘moral social’, y que ha dirigido sus ataques más furibundos contra las feministas y el feminismo, al cual identifican como el causante de la declinación de los valores familiares tradicionales; es decir, la autoridad de los hombres en el hogar”.

“Estas tendencias”, concluye Monzón, “son una reacción a los avances de las mujeres en las luchas políticas por sus derechos y están, lamentablemente, socavando las leyes, instituciones y construcciones simbólicas favorables a la secularización y a la igualdad entre mujeres y hombres”.

¿De quién es el cuerpo de la mujer?

Si los asesinatos de mujeres en Guatemala evidencian un grave problema social, la mortalidad materna por causas prevenibles es también es un indicador de la desigualdad existente de distintas áreas geográficas y sociales.

Según el Programa Nacional de Salud Reproductiva, la tasa global de fecundidad en el país es de cinco hijos por mujer, con 5.8 hijos en el área rural y 4.1 en la urbana, ubicando a Guatemala entre los países de la América latina con las tasas más altas de fecundidad. Esto provoca, además, que dos mujeres mueran diariamente por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio, con una razón de mortalidad materna de 153 por cada 100 mil nacidos vivos. El impacto de muerte materna es tres veces superior en las mujeres indígenas.

En el estudio “Embarazo no planeado y aborto inseguro en Guatemala: Causas y consecuencias”, del Guttmacher Institute, se afirma que más de un tercio de las 180 mil guatemaltecas que enfrentan un embarazo no planeado buscan un aborto, penado por la ley; por lo tanto, lo hacen clandestinamente. Se estima que unos 65 mil abortos ilegales ocurren cada año en Guatemala, un equivalente a 24 abortos por cada mil mujeres en edad reproductiva.

De hecho, el aborto fue responsable del 10 por ciento de las muertes maternas en Guatemala durante el año 2000, según estimaciones del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Dicho estudio afirma que, “aunque ciertamente otros países comparten algunos de los rasgos que han retrasado la adopción generalizada de la anticoncepción en Guatemala (una numerosa población indígena, prolongados períodos de conflicto civil, una poderosa alianza entre el gobierno y la Iglesia Católica y una temprana resistencia por parte de la izquierda hacia la planificación familiar), en ningún otro país de la región se han dado juntos estos cuatro rasgos”.

A pesar de esos datos alarmantes, el cardenal guatemalteco Rodolfo Quezada Toruño apareció en primera plana de los medios de comunicación guatemaltecos, en febrero de 2006, con balas en la mano derecha y pastillas anticonceptivas en la izquierda como muestra de rechazo a la Ley de Planificación Familiar. En el marco de una homilía en Catedral Metropolitana, el jefe de la Iglesia Católica pidió al presidente de ese entonces, Óscar Berger, que frenara la normativa que autorizaba a las instituciones del sistema de salud del país el facilitar métodos anticonceptivos a los ciudadanos para promover la planificación familiar, aduciendo que era equivalente a abortar.
Las iglesias evangélicas no se quedan atrás en su afán de controlar. En agosto del 2008, 71 diputados, encabezados por el presidente del Congreso, firmaron el llamado “Libro de la Vida”, un documento en el que se comprometen a legislar en defensa de la vida desde la concepción hasta su término natural. En la actividad participaron representantes de distintas iglesias y parte de la Junta Directiva del Congreso, lo hicieron de espaldas a la oposición y con el rechazo de varias organizaciones de mujeres.

Al día siguiente, el Colectivo Mujeres Por la Vida, la Paz y la Justicia emitió un comunicado en el que recordaba que “las jerarquías de las diversas Iglesias y los funcionarios de Estado están obligados constitucionalmente a hacer separación entre actividad política y credo religioso, ya que un Estado de Derecho debe reivindicar y proteger todas las diversidades que lo contienen”.
Una feligresía dinámica

En uno de los sectores más tradicionales del país, un campesino kaqchikel, Víctor de León, padre y abuelo de varios niños y niñas, no pierde la ocasión para aconsejar a sus familiares. Desde hace 25 años asiste a distintas iglesias, y aunque nunca ha llegado a ser pastor, es considerado líder espiritual en su comunidad. “Es bueno planificar la familia, es más pecado que los niños sufran. Yo he visto que muchos hombres en la comunidad maltratan a las mujeres, es por el machismo, que le dicen, pero a veces ellos no entienden, hay que hablarles, recordarles que así como Dios amó a la Iglesia, así hay que amar a la mujer. Es bueno que ellas se superen, que sigan adelante, que tengan un empeño y los hombres tenemos que apoyarlas”. De León es uno de los indígenas que rompe con los estereotipos y las formas de pensar fundamentalistas.Cómo él, mujeres dentro y fuera de las estructuras de las iglesias luchan por influir y modificar conductas discriminatorias dentro de lo que consideran su religión. No descansan y cuelan sus pensamientos en la jerarquía eclesiástica.

El presidente de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC), Dennis Smith, piensa que hay que diferenciar lo que entendemos por Iglesia. “Si se trata de comunidad de fe, las iglesias han sido un espacio vital para empoderar a las mujeres y permitirles cultivar su liderazgo, su autoestima, y el sentirse canales de bendición divina, de lo sagrado. Si se trata de las jerarquías eclesiales, son, históricamente, expresiones institucionales del patriarcado que con su discurso teológico y su práctica pastoral han participado en la violencia contra las mujeres. Por eso, el énfasis de las teólogas feministas en una relectura de la Biblia y de la historia de la Iglesia para descubrir ese proceso de invisibilización y de cosificación de las mujeres”.

Es el caso de la pastora pentecostal Verónica Peréz, quien escribió un estudio llamativo de nombre “La raíz femenina de la Espíritu Santa”. La autora va en busca de pistas que le revelen lo femenino en la Biblia para restaurar el rol de la mujer. “Dios no hace diferencia de sexo, es un Dios de igualdad, aceptación y equidad. Que la religión no sirva más para oprimir a la mujer, que no se convierta en tabú, sino que por principio sea un espacio de liberación”.

Otras feministas cristianas también han ido permeando en la opinión pública, procurando una reforma a la institución antes que una ruptura. La Red Latinoamericana de Católicas Por el Derecho a Decidir es un ejemplo del trabajo dentro de las estructuras religiosas. Si no han conseguido grandes cambios en cuanto a legislación y trato a las mujeres, al menos han puesto en la opinión pública temas importantes.

En Guatemala, también la Pastoral de mujeres y el Centro de Estudios Pastorales de Centroamérica advierte, en su página de Internet, que “en una sociedad patriarcal, violenta, prepotente, discriminadora, no hay espacio más fecundo para la transformación social que los espacios creados por y para las mujeres”. Es por ello que una vez a la semana, durante las mañanas, llevan acabo un curso con el nombre “Ser mujer es maravilloso”, en donde ellas mismas reconocen la existencia de la subordinación y el lugar que ocupan en la estructuración del poder, así como reflexionan de su realidad y se capacitan para cambiarla, y combatir la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones.

“Si no nos toman en serio, las iglesias cierran”

Adela Chicush, ama de casa kaqchikel y originaria de la comunidad de Patzún, en el departamento de Chimaltenango, está feliz de contar su historia “en Cristo”.
De niña fue bautizada como católica, por la costumbre de sus padres, siendo ellos mismos quienes decidieran cambiar de religión y adherirse a la recién instalada “Iglesia de Dios”, allá por principios de los 80’s. Dos familiares suyos, catequistas, fueron desaparecidos en el contexto de la guerra. La Iglesia Católica, cada vez más influenciada por la Teología de Liberación, una tendencia bastante humanizada y tachada de comunista por las autoridades militares de la época, perdió a miles de feligreses que dejaron de sentirse seguros dentro de las prácticas católicas.

20 años después, Adela enumera las iglesias evangélicas por las que ha transitado y con mucha autoridad afirma: “si la Iglesia y los pastores no nos toman en serio, terminarán cerrando sus iglesias. Las mujeres ya no nos dejamos como antes y las Iglesias se están dando cuenta de que si no nos dan nuestro lugar y el respeto que merecemos, nos vamos, y si nos vamos, se les acaba la fiesta.”

“Para divorciarme de un hombre que me hacía mal tuve que cambiar de Iglesia varias veces hasta que en la Iglesia Príncipe de Paz decidieron apoyarme y acompañarme. Gracias a ellos logré salir de ese martirio y encontrarme con un Cristo más humano, que me comprende mejor”, dice.

Todo parece indicar que la lucha por la igualdad de las mujeres dentro de las iglesias católicas y evangélicas ha comenzado a dar frutos. La cúpula del poder religioso tendrá que darse cuenta tarde o temprano, que sin la presencia, el trabajo y el aporte económico de las mujeres, el colapso de sus iglesias, sería inminente.

Es tiempo de empezar a escucharlas.

Observatorio justicia para todos

“LA ÉTICA PROFESIONAL EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”

El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar, iniciará a partir del mes de abril del corriente año, el proyecto denominado Observatorio justicia para todos. La ética profesional en la administración de justicia.

El Observatorio nace a raíz de un problema de antaño y gran envergadura: en Guatemala, si bien existe el mandato constitucional por el cual los tribunales deben imparten justicia de conformidad con la Constitución y las leyes de la República, y las normas ordinarias que ordenan la actuación decorosa, prudente y basada en principios éticos para el juez y el abogado litigante, se presentan dificultades frecuentes y graves respecto a la actuación profesional de los sujetos procesales: magistrados, jueces, abogados litigantes, fiscales, inspectores de trabajo, y otros. Precisamente el incumplimiento de los postulados éticos y los deberes profesionales de dichos sujetos ha sido la razón por la cual en Guatemala se han señalado comportamientos profesionales reñidos con la ética de algunos funcionarios de ese sistema.

Por lo anterior, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar, impulsado, motivado y fundado por la visión y misión universitaria enfocada en los valores humanos, ignacianos y cristianos, estudiará el sistema de justicia bajo la perspectiva de la ética profesional, integrada por varios indicadores de hecho y de derecho que constituirán los criterios para analizar la labor de los jueces, magistrados, abogados litigantes, agentes fiscales y otros funcionarios y empleados públicos cuya función auxilia y coadyuva en la administración de justicia, a efecto de recopilar información, sistematizarla y proponer soluciones a los problemas encontrados. Estos resultados serán difundidos, y una de esas vías de comunicación, a parte de su propio sitio en la web, es Brújula, razón por la cual invitamos a la comunidad landivariana a visitar constantemente este medio que direcciona hacia un cambio contra la impunidad, la injusticia y la desigualdad, entre otros fines comunes con el proyecto del Observatorio.

Situación de los pueblos indígenas en Guatemala


Kajkoj Máximo Ba Tiul

El presente artículo es un breve repaso sobre la situación de los pueblos indígenas de Guatemala y de América Latina. No pretendemos hacer un análisis exhaustivo sino simplemente incentivar a nuestros lectores y nuestras lectoras al conocimiento y reconocimiento de nuestra realidad.
Origen de las categorías indígena

Para hablar sobre los pueblos indígenas, no basta con saber: quienes son, donde están y como son, sino que también debemos considerar el origen histórico de las categorías que han llevado a definirlos como tales.

Durante la historia política, social y económica de nuestros países, la categoría de lo que hoy llamamos “indígena” ha evolucionado e impulsado por los Estados y muchas veces con el apoyo de los centros de investigación. De esa cuenta, desde la colonia hasta la fecha se han utilizado las siguientes categorías: “salvajes, incivilizados, bárbaros, animales”, posteriormente “indios”, esta última fue una constante hasta principios del siglo pasado, cuando se comienza a reconocer la categoría “indígena”, como propuesta que nace del Instituto Indigenista Iberoamericano y fortalecido por los Institutos Indigenistas de cada país y otros centro de investigación como el Seminario de Integración Social en el caso guatemalteco.

Este debate tuvo como resultado la política indigenista promovida por los Estados de esa época, que amparados en dicha política, profundizaron la propuesta liberal de la “integración” y/o ladinización del indígena al Estado y a la sociedad, porque se le consideraba la causa del subdesarrollo.

No hay que perder de vista que uno de los acontecimientos políticos en la región que impulsa esta discusión es la revolución mexicana de 1910, aunque este acontecimiento, también va a definir al indígena ladinizado como campesino junto al no indígena (ladino), definiéndolo así, porque su trabajo estaba relacionado con la tierra.

De esa cuenta, las categorías identitarias de los pueblos originarios, comienzan a desaparecer y se asumen las nuevas que se van construyendo ya sea por el Estado o por los análisis y las propuestas académicas. De allí, que lo Maya, lo Xinka, lo Garifuna, etc., solo servirá durante muchos años para los análisis arqueològicos, antropológicos, sociológicos, y relacionado principalmente al estudio del folklor y la cultura simbólica de los pueblos.

Esta forma de identificar a los pueblos originarios, posteriormente sirvió como fundamento para crear políticas publicas o programas de Estado, supuestamente para apoyar “el desarrollo, el progreso” de los pueblos y ahora vinculado al proyecto político e ideológico denominado multiculturalismo e interculturalismo.

Durante todo este largo tiempo los pueblos indígenas, hicieron uso del derecho a la resistencia, a pesar de las políticas impuestas por la República, el Estado y los grupos de poder. Y asumieron todas las categorías desde una posición política, por ejemplo en paìses como México, Ecuador y Bolivia “Ser Indio” era de mucho orgullo, en tanto que en Guatemala, significó discriminación y se asumió la categoría “indígena”. Aunque las dos categorías, para el dominador le servía para identificar a los de abajo y los no reconocidos para el Estado.

Precisamente por eso, se inicia una discusión fuerte sobre el concepto “indígena e indio” hasta llegar al concepto que se asume como universal en los instrumentos internacionales, como el del convenio 169 de la OIT y de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que define a los indígenas como: “Los pueblos son considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitan en el paìs o en una región geogràfica a la que pertenece el paìs en la època de la conquista o de la colonización o el establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones social, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. La conciencia de su identidad indígena o tribal deberà considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican disposiciones del presente convenio” (art.1.b).

Si bien es cierto este concepto no es del todo aceptado por todos los indígenas del mundo, si ha servido para seguir discutiendo las diferentes identidades o la identidad de los diferentes pueblos indìgenas, que suman aproximadamente 40 millones de indígenas en Amèrica Latina , siendo Bolivia, Ecuador, Perù y Guatemala, los países donde son más del 40% de la población.
Cuál es la situación de los pueblos indígenas en Guatemala?

Guatemala, tiene una extensión territorial de aproximadamente 108,890 kilómetros cuadrados. Su población es mayoritariamente indígena, principalmente maya. Según el último censo de población del año 2002, el pueblo maya corresponde a un 42% de una población total de 11.2 millones de habitantes. La población Garífuna representa el 0.4%, los Xinkas el 0.7% y los ladinos el 58.3%.

Los mayas son la mayoría de la población. Las organizaciones de los diferentes movimientos mayas (Ba Tiul, 2008), reconocen que los mayas son más del 50% de la población. El pueblo maya, está formado por 22 etnias o comunidades lingüisticas : Achi’, Akateko, Awakateko, Ch’orti, Chuj, Itza, Ixil, Jakalteko, Kaqchikel, K’iche’, Mam, Mopan, Poqomam, Poqomchi’, Q’anjob’al. Q’eqchi’, Sakapulteko, Sipakapense, Tektiteko, Tz’utujil, Chalchiteko y Uspantenko. Los K’iche, Q’eqchi, Kaqchikel y Mam, representan el 81% total de la población indígena (IDH, 2005).

Doce de los veintidos departamentos que conforman el país, tienen una proporción significativa de población indígena, cinco de ellos presentan mayores porcentajes: Totonicapán, Sololá, Alta Verapaz, Quiché y Chimaltenango con un porcentaje de 75% a 100%. Huehuetenango, Baja Verapaz, Quetzaltenango y Suchitepéquez, que oscilan entre 50% y el 75% total (IDH:2005).
A pesar de que los indígenas, son la mayoría de la población guatemalteca, desde la colonización española, han estado subyugados por una minoría étnica, que en un principio eran españoles y posteriormente, con la creación del actual Estado y de la República, se fueron constituyendo como la clase criolla y la actual burguesía del país.

Esta subyugación, les llevó a perder la mayor parte de sus tierras y territorios, como es el caso del municipio de Cunén, en donde casi todo el municipio estaba en manos de la familia Botrán y Castillo. Ellos (familia Botrán) decidían sobre la justicia, la religión y la política en el municipio. Además de las formas de explotación de los indígenas y campesinos: “nos llevaban a trabajar durante casi 100 días al año en las fincas de caña o a trabajar de gratis en el molino donde se producía licor y nos daban un poquito de comida y de café casi solo la xinga” (entrevista con el ex administrador de los Botrán en Cunén).La situación de pobreza en la que viven los pueblos indígenas, se manifiesta en el grado de desnutrición, problemas de alimentación, mortalidad materno-infantil. Problemas relacionados con la educación y el analfabetismo. Nivel alto de discriminación, racismo y exclusión. Al mismo tiempo objeto de políticas de asimilación y cooptación por el Estado como parte del proyecto multicultural.Los anteriores problemas, fueron las causas que originaron la guerra interna y son las que dinamizaban la lucha de los movimientos sociales desde los años de 1970. Los acuerdos de paz, fueron la apuesta para lograr lo que no se logró resolver con la guerra y es por eso que en el Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, por primera vez el Estado y el gobierno de Guatemala, reconocen abiertamente la característica: multiétnica, pluricultural y multilingüe de la nación, considerando la categoría de pueblo como el eje central para las reivindicaciones étnicas en Guatemala. De esta manera se inicia o se fortalece el proceso para la inclusión de la situación de los pueblos indígenas, en las políticas públicas.Aunque ha habido avances en alguna legislación, como la ampliación al código penal por el delito de discriminación, la ley de idiomas, la ley sobre educación bilingüe e intercultural, entre otras. Además, de propuestas de políticas públicas relacionados con pueblos indígenas, como la Agenda hacia los Pueblos Indígenas de la SEPAZ, la Política Publica para la Eliminación de Racismo y la Discriminación Etnico Racial, la Política de Desarrollo Integral. La creación de oficinas para el tratamiento de la situación de los pueblos indígenas, como CODISRA, CAPIP, ALMG, FODIGUA. Todas ellas, pareciera que ayudaran a resolver la situación de los pueblos indígenas, pero es curioso que mientras esto sucede, organismos internacionales como: CEPAL, BANCO MUNDIAL, BID afirman que la economía guatemalteca creció en este año un 5.6%, pero la situación de desigualdad y exclusión social, la discriminación y el racismo, sigue campeando en lo cotidiano de la población guatemalteca y principalmente hacia los pueblos indígenas.Las propuestas de inclusión, promovidas dentro del Estado, solo ha sido un “modelo de cooptación o neoasimilaciòn”, propio del modelo multicultural neoliberal. Además se manifiesta como propio de la democracia participativa y no representativa, y la única forma para que los y las representantes de los pueblos indígenas, puedan estar dentro del Estado, es por la vía de los partidos políticos, comités cívicos, y sea como candidatos (as) a puestos de elección popular o como miembros de alguna comisión dentro del partido (Ba Tiul, 2007).

Mientras tanto las organizaciones indígenas, siguen buscando formas alternativas para limitar los abusos de poder del Estado y de las oligarquías, sobre todo, cuando se fortalece en los territorios indígenas el modelo económico “minería cielo abierto”, que paulatinamente y de forma devoradora está penetrando en los territorios indígenas para comerse los recursos naturales, poniendo en riesgo la vida futura de las nuevas generaciones y de la “madre tierra”.

I EXPOSICIÓN Y CONCURSO DE FOTOGRAFÍA, “El café Esencia de Guatemala”


La Asociación de Estudiantes de Arquitectura y Diseño, tuvo como propuesta, la creación de un espacio, durante el mes de marzo, donde los alumnos pudieron manifestarse por medio de la fotografía.

Con motivo de valor cultural y homenaje a un producto guatemalteco de alto valor histórico y económico, la Asociación de Estudiantes de Arquitectura y Diseño crea la I Exposición y Concurso de Fotografía “El café… esencia guatemalteca”. Todos los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño se convirtieron en autores de una gran expresión de arte que representa mucho valor para el campo visual, artístico y cultural. Cada imagen guardó la esencia del producto que da vida a la identidad guatemalteca tanto en las personas como a la historia, transmitiendo la cultura, orgullo y talento que cada estudiante posee.

La importancia del café, como producto propio de Guatemala y su esencia en sabor y olor manifestado a través de la fotografía fue la idea principal para realizar ésta actividad realizada por los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño.

Entre los requisitos para poder concursar se encontraba que todas las fotografías debían mostrar de forma diferente, creativa y original el tema antes mencionado además de redactar brevemente los fundamentos de su relación con el tema de la exposición.

Los proyectos se recogieron a partir del 15 de Marzo y tuvieron plazo máximo el 22 del mismo mes, para realizar la premiación el día martes 23 de marzo, en el Salón Central de la Cafetería, donde se expusieron los trabajos durante el día.

La Asociación de Estudiantes de Arquitectura y Diseño está muy agradecida con las personas que participaron y las que asistieron al evento, pero sobretodo agradece a los miembros del Jurado Calificador que fue conformado por las siguientes personas:a. Rodolfo Trinidad– Coordinador del Club de Fotografía.b. Arq. Alice Becker-Miembro de la Facultad de Arquitectura y Diseñoc. Lic. David Cifuentes- Catedrático de Fotografía de la URLd. Rodrigo Ixpanel - Miembro de la AEAD

Entre los aspectos a evaluar por parte del jurado se encontró creatividad, aplicación del tema y el uso adecuado de la cámara, aspectos que las fotografías demostraron con claridad. Una felicitación a los Estudiantes que participaron y recuerden: “La experiencia bien ganada, en la vida es demostrada.”

Televisión: ¿una máquina de hacer “estúpidos”?


Marcelo Colussi

“Cuando se escribe un guión televisivo hay que pensar que el potencial consumidor es un niño de seis años de edad”. Así decía un profesor de semiótica para demostrar cómo se hace televisión. “En la sociedad tecnotrónica el rumbo lo marcará la suma de apoyo individual de millones de ciudadanos incoordinados que caerán fácilmente en el radio de acción de personalidades magnéticas y atractivas, quienes explotarán de modo efectivo las técnicas más eficientes para manipular las emociones y controlar la razón”, dijo Zbigniew Brzezinsky, asesor del presidente James Carter e ideólogo neoconservador. El funcionario no decía nada distinto a lo que enseñaba el docente: “manipular a la gente tratándola de niñitos tontos”, así de simple (o monstruoso).

La televisión es parte fundamental de lo que hoy se llama “guerra de cuarta generación”. Es decir: guerra psicológico-mediática para controlar poblaciones enteras, no con armas de destrucción masiva sino con medios más sutiles.

La humanidad no es más tonta por ver televisión, pero sí más manejable. No es raro escuchar decir de algún productor audiovisual que “la gente quiere basura, por eso le damos basura”. Verdad a medias. Sin dudas la amplia población mundial consume mensajes audiovisuales de bajo contenido, “basura”. Pero sería demasiado simple quedarse con la idea que el público es tonto por naturaleza, que busca la basura por placer. En todo caso la gente es obligada a consumir basura, y no teniendo otra oferta, termina por generarse una cultura del consumo de porquería mediática que se cierra en sí mismo. Consumimos lo que nos dan.

Del gusto de las poblaciones podría sacarse una primera conclusión -equivocada- que nos presenta a la gran masa consumidora como “tonta”, “frívola”. Si “el mal gusto está de moda”, como dijo Pablo Milanés, hay que ver el problema en su conjunto: la televisión, símbolo de la sociedad masificada y consumista, expresa de modo descarnado la lógica que domina al mundo. Las poblaciones son manipuladas eficientemente según sofisticadas técnicas, como lo decía la brutal declaración de Brzezinsky, con lo que los factores de poder logran su proyecto: mantener a la gran masa pasiva y consumiendo.

Sin dudas la inmediatez de los mensajes audiovisuales generó una cultura de la imagen que hoy se ve difícil, si no imposible, revertir. ¿La televisión sólo es una máquina de fabricar estupidez (y por tanto un público estúpido que la consume) o puede servir para otra cosa? ¿Podrá superarse esa cultura superficial, ese “mal gusto” que está tan de moda en todas partes del mundo?
En pocos años la televisión tomó una forma que pareciera definitiva: la forma de la estupidez banal. Si bien cuando apareció generó expectativas por las posibilidades que parecía abrir como medio de información y educación universal, las mismas se vieron frustradas, volcándose la casi totalidad de su esfuerzo al entretenimiento pasajero.

El esparcimiento es necesario en la dinámica humana. No hay civilización humana que no lo tenga. Pero la cultura de la imagen a que dio lugar el surgimiento de la televisión trajo una entronización de la superficialidad ramplona y terminó convirtiéndose en una máquina de hacer estúpidos. Estúpidos a la medida que los factores de poder desean, claro. Las posibilidades de generar un ámbito educativo e informativo de nivel quedaron muy rezagadas en relación al pasatiempo barato. Hoy, con varias décadas de historia acumuladas, la televisión está inclinada básicamente a ser ese distractor simplista.

Si informa, lo hace de modo tendencioso, con el agregado que su misma esencia audiovisual le confiere una autoridad que no alcanzan otros medios. La realidad virtual de la televisión es “la” realidad misma.

Los programas culturales, mucho más escasos que la estupidez trivial del entretenimiento vacío, en general presentan una visión elitesca y acartonada que equipara cultura con museo y saco y corbata, tornándose muchas veces productos soporíferos.

En la dinámica humana la conducta reiteradamente repetida termina creando hábito La cultura de la imagen ya creó un hábito en todas las capas sociales en estas últimas generaciones, y hoy pareciera imposible desarmarla. Esa cultura de la imagen no va a desaparecer con facilidad, por varios motivos.

En el marco de la empresa privada, porque es un fácil expediente para generar enormes ganancias y es herramienta idónea para seguir incentivando el hiper consumo que el sistema económico necesita. Por otro lado, la televisión se ha revelado como un arma de dominación terriblemente eficaz, y los factores de poder no dejarán de usarla. Es un instrumento de sujeción más efectivo que la espada de la antigüedad o las bombas inteligentes actuales.

Además se suma otro factor: la cultura de la imagen fascina. Más allá de las mejores intenciones por generar una televisión de gran calidad estética, educativa, es muy difícil producir propuestas alternativas con real impacto. Dicho de otro modo: el “rating” sigue inclinándose por el lado de la estupidez.

Pero ¿somos tontos o la situación es más compleja? El público no es tonto sino que lo han vuelto tonto. De todos modos la cultura de la imagen, la civilización montada sobre esta realidad virtual que ofrecen estos aparatos hipnotizadores, tiene límites; concretamente: el mismo medio torna difícil generar 24 horas diarias de programación excelente. Es más fácil apelar al entretenimiento barato que a la reflexión para llenar la programación.

¿Es posible una televisión distinta?

Claro que existen programas de gran nivel, educativos, que fomentan el pensamiento crítico y el buen gusto. Son islas, pero existen. Ello evidencia algo: una programación masiva durante todo el día hace muy complicado contar sólo con programas de calidad, no porque el público sea tonto, sino porque es materialmente difícil disponer de todo ese tiempo para dedicarse a la reflexión, al goce estético. El pasatiempo también es necesario. La cuestión es buscar un equilibrio entre reflexión y diversión.

Muchas de las propuestas alternativas para una nueva televisión en buena medida han pecado de otro defecto: panfletarismo, pesado adoctrinamiento ideológico. Eso es la contracara de la estulticia superficial de la televisión comercial. ¿No es también un ejemplo de la fascinante e hipnótica cultura de la imagen una cámara fija que muestra un discurso político sin ningún corte durante media hora? ¿Es eso bello en términos estéticos? ¿Sirve eso para fomentar el pensamiento crítico?

La pregunta en torno a la televisión está abierta. ¿Se puede hacer una nueva y mejor televisión? Quizá -esto es una hipótesis- la mejor manera de fomentar una nueva cultura es no apostar por más televisión. ¿No nos estamos condenando a una civilización de la imagen, del inmediatismo, del “mirar embobados la pantalla y no pensar”?